El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha reconocido, por primera vez, la incapacidad permanente total por exposición al amiento a un ‘trabajador vivo’. Este trabajador ejerció durante más de 40 años como mecánico tornero en los talleres de Vilapicina de Barcelona y, actualmente, se encuentra jubilado.
Se trata de una sentencia judicial que puede sentar un precedente importante. En concreto, el TSJC ha desestimado los diferentes recursos interpuestos por parte de las mutuas de trabajo y del Metro de Barcelona contra la sentencia del Juzgado de lo Social nº4 de Barcelona.
Incapacidad permanente total por exposición al amianto
En concreto, este es el caso de Rafael Rubio. Se trata de una persona jubilada que trabajó durante más de 40 años como mecánico tornero en los talleres de Vilapicina en Barcelona.
Actualmente, este ciudadano sufre asbestosis con placas pleurales y un enfisema pulmonar que se le diagnosticó en el año 2013. Así, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña certifica que al trabajador le corresponde cobrar una incapacidad permanente total por exposición al amianto.
De manera específica, la sentencia judicial recoge que la enfermedad pulmonar que padece el trabajador es consecuencia de una exposición «crónica al amianto». Además, también certifica que en el procedimiento constan numerosos elementos probatorios que avalan esta situación.
Analizando todas las pruebas presentadas, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña argumenta que en el año 1988 se detectó la presencia de amianto en los talleres de Vilapicina. Así se establece en un informe de inspección de Treball.
Además, dos años después, tras una evaluación higiénica también se descubrió la presencia de amianto en el aire procedente del desgaste de las antiguas zapatas de freno y por el ambiente exterior a través de la ventilación.
Posteriormente, entre el 2001 y el 2003, el Metro de Barcelona sustituyó los componentes eléctricos por una serie de trenes porque contenían amianto. Finalmente, en 2018 se llevó a cabo un plan de intervención para eliminar el amianto de las estructuras y se estableció una estrategia exhaustiva de vigilancia de la salud.
El trabajador reclama daños y perjuicios
En definitiva, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha reconocido el derecho a una pensión de incapacidad permanente total a este trabajador por exposición al amianto, rechazando los recursos presentados por la mutua de trabajo y del Metro de Barcelona.
Este trabajador, actualmente jubilado, ha contado con la representación jurídica de ‘Col·lectiu Ronda’ durante este procedimiento para obtener el reconocimiento de la incapacidad permanente.
Además, el trabajador se encuentra en un proceso de resolución en relación a una demanda interpuesta contra ‘Ferrocarril Metropolità de Barcelona SA’, a la que reclama una cantidad de 180.000 euros por daños y perjuicios, derivados de las enfermedades que padece a causa de la exposición al amianto.
Según indican fuentes de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), presentarán recurso ante el Tribunal Supremo en relación a la decisión adoptada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Hay que recordar que las pensiones de incapacidad permanente tienen como objetivo paliar la pérdida de ingresos que sufre un trabajador a causa de una lesión o enfermedad, que reduce o anula su capacidad laboral.