Alejandro Navarro era legionario, paracaidista y Policía Nacional. Pero un accidente doméstico le quebró su carrera al sufrir una fractura cervical a la altura de la vértebra C5, lo que le dejó tetrapléjico. Desde entonces, únicamente mantiene movilidad parcial en los bíceps y hombros, carece de equilibrio en el tronco, sufre espasmos musculares y no tiene termorregulación, lo que le impide sudar. Pero, a pesar de este fatal diagnóstico, Navarro ha logrado participar en la una de las pruebas físicas más imponentes del panorama nacional: la carrera de los 101km de Ronda, en la provincia de Málaga.
El exlegionario ha hecho historia y ha marcado un hito sin precedentes: es la primera persona con un 92% de discapacidad en participar en los 101 kilómetros de la Legión de Ronda. De hecho, este evento deportivo de alto rendimiento, que se celebró en las jornadas, 11 y 12 de mayo, está considerada como una de las pruebas de ultrafondo más exigentes de Europa. «Es una forma de demostrar al mundo que nosotros también estamos ahí», ha declarado al periódico ABC. Sin embargo, no es la primera prueba que completa pese a su severa patología: Navarro fue la primera persona tetrapléjica que hizo el Camino de Santiago sin ninguna ayuda.
Una competición de «exigencia extrema»
A pesar de haber competido en otras competiciones de notable exigencia, los 101 km de Ronda serán el mayor reto hasta la fecha para Navarro. «No es un capricho, aunque sí un honor. Esta participación es una excepción que representa también un premio a la labor que desempeño desde hace años, ayudando a los demás a través del deporte», ha recogido ABC. Para ello, está realizando una preparación de lo más estricta y sin dejar nada al azar, con «todos los cabos atados».
Y no es para menos. El recorrido, que discurre por la Serranía de Ronda, combina tramos de montaña -concretamente, más de 2.800 metros de desnivel– asfalto y caminos rurales, supone una exigencia al más alto nivel. De hecho, para afrontar este reto, el exlegionario ha contado con un equipo de cuatro personas que lo acompañarán en todo momento. Junto a él, forman el equipo oficial de cinco personas, tal y como exige la normativa de la prueba.
Y, además, Alejandro también contó con el respaldado de un dispositivo externo de apoyo compuesto por dos vehículos: uno con sus familiares -entre ellos, otra doctora del Hospital Nacional de Parapléjicos- y otro perteneciente al cuerpo de bomberos, con cuatro efectivos que están siempre disponibles para cualquier incidencia fuera del recorrido oficial, como informa ABC. Igualmente, le siguen otros dos corredores, que participan de forma individual, pero que han decidido sumarse voluntariamente al proyecto para colaborar activamente en su asistencia y en el esfuerzo compartido.
Cruzar la meta: un objetivo solidario
El desafío físico es enorme. Pero cruzar la meta, además de la satisfacción personal, tiene un fin solidario, que es lo que realmente persigue Navarro. A través de una campaña de ‘growfunding‘ busca recaudar fondos para la Asociación AOPA Autismo Ronda, una de las entidades más importantes de España en el tratamiento del Trastorno del Espectro del Autismo (TEA).
Esta asociación, ubicada en la misma localidad de la provincia de Málaga donde se celebra la carrera, atiende a más de 170 niños, niñas y jóvenes con autismo, y da apoyo a cerca de 500 familiares. De esta forma, además de entrar en la historia de los 101km de Ronda, también será reconocido como uno de los participantes más importantes en la historia de la competición, dejando un legado más allá de lo meramente deportivo.
En palabras de Navarro, ha manifestado que «quería que este esfuerzo tuviera sentido más allá de lo personal». También ha expuesto que «AOPA hace una labor inmensa en Ronda y necesita más recursos para seguir creciendo. Si mi reto sirve para dar visibilidad y apoyo económico a su causa, todo habrá valido la pena». El exlegionario, años después de sufrir aquel fatal accidente doméstico, sigue siendo una figura de referencia.