Mari Carmen, la niña con discapacidad visual que logró ser médica de familia hasta su jubilación​

El Grupo Social ONCE ha recogido la historia de Mari Carmen Martínez Altarriba. Se trata de una mujer que nació con una discapacidad visual severa y que ha logrado ser médica de familia hasta el momento de su jubilación. Mari Carmen ha sido una luchadora durante toda su vida y un ejemplo de superación.

Desde muy pequeña, Mari Carmen tuvo la ilusión y la vocación de ser médica. De hecho, uno de los primeros regalos que pidió de niña por Reyes Magos fue un maletín de médico. Así, a pesar de tener una discapacidad visual grave, consiguió su sueño.

Mari Carmen, médica de familia con una discapacidad visual severa

Todo comenzó cuando el catedrático de Oftalmología de Zaragoza informó a sus padres, no de muy buenas maneras, que «su hija era ciega y no había nada que hacer», explica la propia Mari Carmen.

Mari Carmen está afiliada a la ONCE desde hace muchos años. En la actualidad es la comisionada de Derechos Humanos de SUPO de la ONCE en Barcelona. Así, ha contado su historia a los compañeros del Grupo Social ONCE.

Debido a su discapacidad, Mari Carmen confiesa que atravesó por momentos complicados durante la infancia, aunque su lucha tuvo recompensa con el paso de los años. Al respecto, afirma que «en el colegio me sentía aislada al no poder hacer las mismas cosas que mis compañeras».

Posteriormente, señala que al llegar a la etapa de adolescente «empecé a pensar por mí misma y con la lucha que yo había aprendido en mi casa vi que tenía que pensar qué podía hacer para no estar excluida. Ahí empezó el lema que yo he llevado toda la vida de que no hay que pensar esto no lo puedo hacer porque no veo, sino sentarme y pensar qué puedo hacer para poder realizar esto».

Luego llegó la etapa de la universidad. En este sentido, Mari Carmen recuerda esta etapa de su vida con cariño, ya que asegura que tuvo unos compañeros y profesores «maravillosos». Además, confiesa que «realmente me integraron en todos los sentidos«.

No fue fácil cumplir su sueño

Mari Carmen quería ser médica, ya que tenía la vocación necesaria para ello. Es decir, no sólo quería obtener el título universitario, sino que también tenía la convicción de ejercer como médica. Todo ello, a pesar de contar con una discapacidad visual importante.

Así, manifiesta que «no me querían dejar trabajar porque decían que, por mi discapacidad visual, no iba a poder ejercer, pero yo sabía que teniendo las herramientas necesarias sí podía hacerlo».

A partir de ahí recibió el apoyo clave de la ONCE y del Colegio de Médicos de Barcelona. Posteriormente, logró que adaptaran una consulta para ella para trabajar como médico de familia. Y así lo ha hecho hasta el momento de su jubilación, convirtiéndose en un ejemplo de superación y en inspiración para las personas con discapacidad visual.

Tras haber alcanzado la jubilación, Mari Carmen asegura que «quería seguir ayudando a los demás». Por ello, es una mujer especialmente implicada en la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria-SEMERGEN. Además, también pertenece a Médicos del Mundo.

Finalmente, manda un mensaje de esperanza a las mujeres con discapacidad: «Las mujeres con discapacidad tienen que luchar por sus sueños, yo les recomiendo a cada una de ellas que se siente un momento en el sillón y piense qué es lo que quiero en la vida, qué sueño tengo, y a partir de ahí pensar en qué herramientas necesito para poder conseguirlo».

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