Consejos para proteger a las personas mayores este verano ante las altas temperaturas​

Las altas temperaturas son uno de los elementos que nos podemos encontrar durante el verano, lo que hace que los expertos de AEMET recomiendan protegerse de los efectos nocivos del calor a personas con dolencias graves, a niños y a personas mayores.

Inciden que las personas mayores suelen contarse cada verano entre las personas más afectadas por las olas de calor extremo que atraviesan la Península Ibérica en julio y agosto. Ahora también desde el mismo mes de junio, cuando aún no ha entrado la estación propiamente dicha.

3 motivos por los que las personas mayores de 65 años son vulnerables ante las altas temperaturas

María José Manzanera, doctora de emeis, grupo referente de la atención a personas mayores con las residencias Bouco, ha indicado cuales son los tres motivos fundamentales por los que las personas mayores de 65 años son vulnerables ante los termómetros veraniegos:

El primero tiene que ver con el deterioro de los mecanismos de regulación térmica, lo que lleva a una disminución de la sudoración y de la sensación de sed. La doctora Manzanera señala que a edades avanzadas «se suda menos porque la capacidad de vasodilatación tiende a estar disminuida». El segundo factor, señala esta médico, es que «además que se bebe menos, porque al tener una dieta baja en sal, la persona no siente tanta sed, y, por lo tanto, puede no hidratarse lo suficiente«. Por último, las personas mayores tienen «menor movilidad y autonomía, por lo que el acceso al agua determina su capacidad de rehidratación», recuerda Manzanera.

La doctora recuerda que en estas franjas de edad se padecen enfermedades crónicas cardíacas, renales y de otra índole que, por ellas mismas o por los tratamientos que de ellas se derivan, condicionan la posibilidad de sufrir efectos asociados a la deshidratación.

Síntomas que avisan de deshidratación en personas mayores

En todos los casos, ya sean personas mayores sanas o con dolencias, es preciso estar alerta ante una serie de síntomas para preservar a las personas mayores del calor, máxime si este es extremo. Así, la doctora María José Manzanera recomienda vigilar los siguiente síntomas de deshidratación:

  • Sensación de sed, boca seca o pegajosa
  • Disminución de la frecuencia al orinar, orina concentrada
  • Sequedad en la piel
  • Dolor de cabeza
  • Aumento de la frecuencia cardiaca
  • Hipotensión
  • Espasmos musculares
  • Delirio
  • Ojos hundidos

Por supuesto, la nutrición es una de las herramientas clave para mantener los niveles hídricos adecuados. Los familiares al cargo de personas mayores o el personal de las residencias de mayores deben estar atentos para mantener una nutrición e hidratación adecuadas en este grupo de edad durante el calor. Los entornos asistidos como las residencias de mayores, por ejemplo cuentan con protocolos especiales durante la temporada de calor.

En las residencias Bouco, por ejemplo, cuenta la doctora, “el equipo presta especial atención al estado nutricional de nuestros residentes. La dieta está supervisada por profesionales en nutrición y se adapta de manera individual a cada residente, según sus necesidades y capacidades. Utilizamos productos de proximidad y en época estival, verduras y frutas de temporada. Apostamos por platos con alto contenido de agua y electrolitos que favorezca la hidratación manteniendo el sabor y cuidando la presentación”.

Con respecto a la actividad en verano, los centros de esta firma mantienen las actividades modificando las horas en las que se usan los espacios exteriores (primera hora de la mañana y última hora de la tarde) y adaptando los ejercicios en gimnasio para no generar fatiga.

Protocolo antiolas de calor en las residencias de mayores

Como es natural, además de los cambios horarios, la vigilancia y la nutrición específica, en las residencias Bouco se activa un protocolo específico para los días de temperaturas extremas, atendiendo a las alertas de cada comunidad. Este protocolo busca:

  • Garantizar el acceso al agua (establecer puntos de hidratación estratégicos y tener en todo momento, una jarra o botella de agua a mano en zonas comunes, proporcionar jarras y botellas de agua a los residentes en sus habitaciones).
  • Identificar a los residentes con factores de riesgo, con especial atención a residentes con fiebre, estreñimiento o diarrea
  • La climatización de los espacios, con ventilación o con aire acondicionado
  • Que se aligere la ropa: nada de chalecos, ni medias, ni ropa interior de tipo «camisetas »
  • Uso de gorras o sombreros
  • Control de las salidas al exterior y en jardines durante las horas de excesivo calor
  • En los centros donde hay piscina propia se favorecen las actividades con aquagym; y en aquellos donde no hay piscina propia se organizan salidas a piscinas externas o al mar (en los centros costeros).
  • Se humedecen piel, cara, cuello, brazos y labios con una manopla húmeda.

Así que ya sabes, controla la salud de las personas mayores y protegerse de las altas temperaturas.

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