Los trabajadores en España tienen la posibilidad de conseguir el reconocimiento de una incapacidad permanente a causa de una hepatitis autoinmune. Para ello, es imprescindible que se den una serie de condiciones imprescindibles.
Desde la Clínica Universidad de Navarra explican que «la hepatitis crónica autoinmune es una enfermedad crónica caracterizada por inflamación del hígado, que se produce por la reacción anormal del sistema inmune contra las estructuras normales del propio hígado».
Limitaciones que genera la hepatitis autoinmune en la persona afectada
La hepatitis autoinmune es una enfermedad que, según su gravedad, puede ser realmente incapacitante para la persona afectada. Estas limitaciones pueden tener efectos en el día a día y también en el ámbito laboral.
De cara al posible reconocimiento de una incapacidad permanente por hepatitis autoinmune, es fundamental tener en cuenta tres aspectos básicos:
- La profesión habitual de la persona afectada.
- Las tareas que desarrolla habitualmente el trabajador.
- Los efectos de la hepatitis inmune en el trabajador desde el punto de vista profesional.
Hay que tener en cuenta que cada caso debe analizarse de manera particular. Es decir, la misma patología puede afectar de manera diferente al trabajador. Por tanto, no en todos los casos es posible obtener una incapacidad permanente debido a una hepatitis autoinmune.
Algunos de los síntomas más habituales de la hepatitis autoinmune son la fatiga, dolor abdominal, dolor e inflamación en las articulaciones, y coloración amarillenta en la piel y ojos. Además, algunos pacientes también pueden desarrollar otros síntomas como náuseas, heces pálidas, pérdida de apetito y orina oscura.
Incapacidad permanente por hepatitis autoinmune
Los expertos de ‘CampmanyAbogados’, abogados especialistas en incapacidad laboral, advierten que «para poder acceder a una incapacidad permanente por hepatitis autoinmune no hace falta demostrar que nunca se va a poder mejorar, pero sí que la patología se ha cronificado y que no hay mejoría pese a los tratamientos, considerándose las limitaciones ‘previsiblemente permanentes’, al menos a corto y medio plazo».
En definitiva, podemos afirmar que sí es posible conseguir una incapacidad permanente por hepatitis autoinmune. Eso sí, es fundamental el cumplimiento de ciertas condiciones, como que las limitaciones se consideren ‘previsiblemente permanentes’, ya sea por el INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social) o por un juez.
La clave para obtener una incapacidad permanente por hepatitis autoinmune es que la enfermedad no se pueda controlar ni siquiera con medicación, o que queden secuelas o limitaciones graves tras un trasplante de hígado.
Por todo ello, es fundamental acreditar que el trabajador se ha sometido a todos los tratamientos médicos posibles sin obtener mejoría. Es decir, resulta prácticamente imposible que el INSS reconozca una incapacidad permanente por hepatitis autoinmune cuanto la enfermedad está recién diagnosticada o cuando el trabajador se encuentra aún en tratamiento.
En este sentido, desde ‘CampmanyAbogados’ aclaran que «la clave aquí es el informe médico del especialista, habitualmente un hepatólogo, quien debe hacer constar en dicho informe los síntomas actuales y las secuelas de la dolencia, junto a las limitaciones físicas».
A través de dicho informe, el especialista médico debe recoger las limitaciones que presenta el trabajador debido a la enfermedad. Sin embargo, el facultativo no debe opinar si el paciente merece el reconocimiento de una incapacidad permanente, ya que esa misión es responsabilidad de los representantes del Tribunal Médico.